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Riosucio y la música parrandera: "Que lo diga ella, yo no…"



Todos en diciembre nos alzamos la bata y entramos en modo fiesta por más de un mes, en el caso de los riosuceños empatamos con el Carnaval de Riosucio y seguimos la fiesta casi hasta febrero cuando nos llega el conocido ‘Abrazo del Diablo’. No hay fiesta donde no haya aguardiente pero sobre todo esa música maliciosa que bailaban nuestros abuelos y nosotros retomamos como símbolo de tradición y cultura.

En la emisoras desde noviembre ya escuchamos ‘El apachurrado’ y ‘Quisiera ser el diablo’, canción que nos gozamos sin parar año tras año. Por eso en esta edición de Hola Riosucio queremos hacer un homenaje a la música que escuchamos en diciembre pero sobre todo como hemos contribuido a su creación. 

La Música Parrandera

Música Parrandera es como se llama a todas aquellas tonadas de origen paisa, es decir, de la región de Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda y Norte del Tolima y del Valle, de procedencia campesina, interpretadas con instrumentos prevalentemente de cuerda, de doble sentido o picarescas.

Los ritmos de estas melodías son amplios y variados, como el paseo, el merengue, el baile bravo, la parranda, la rumba y el porro paisa, etc, sin embargo, no importa el género al que pertenezcan estas melodías, siempre serán designadas como Música Parrandera.

Nace El Grillo

Riosucio por la cultura que maneja no es ajeno a esta clase de música, pues sido cuna de compositores e intérpretes que alegran nuestras noches decembrinas. El más representativo de ellos, Antonio Posada Correa, autor de El Grillo y muchas canciones más y a quien se considera el primer músico de parranda nacido en Caldas.

Vino al mundo en Riosucio, específicamente en la esquina de la carrera 4 con calle 9, detrás de la iglesia de San Sebastián, en la esquina conocida como Los Escobares, el 23 de septiembre de 1921. Hijo del profesor Jesús María Posada Ochoa y de la señora Anatolia Correa Báyer

Antonio escribió muchas canciones como La cobija rota, El guayabo, Yo quiero de eso, El año 62 y Ojo de vidrio, pero las más conocidas, las que aún cantamos son El grillo y Que lo diga ella.

La canción narra la historia de un hombre que despierta a media noche sintiendo un animal que lo pica duro “arribita de la rodilla” y piensa que es una alimaña peligrosa como un alacrán, un vampiro y hasta una bruja pero al final descubre que es un grillo y se echa a reír.

La canción fue un éxito cuando fue prensada en Medellín en los años 50. Se tienen referencias que fue estrenada en una celebración en la casa de la familia Trejos Betancur en Riosucio.

Y es que Antonio era culebrero, serenatero y aguardientero, tanto que se amanecía en los cafés del barrio Guayaquil en Medellín y cuando estaba pasmado y sin un céntimo, se iba con la rasca viva al hotel en el que pernoctaba, sacaba sus culebras, hacía el show en la plaza Cisneros, vendía sus ungüentos milagrosos y retornaba al café con los billetes en la mano, despertando a sus amigos con la expresión: ¡Sigamos bebiendo¡

En Riosucio se dedicó al arreglo de sombreros pero su espíritu trashumante lo hacía emigrar a diferentes regiones del país, acompañado de dos culebras, de plaza en plaza, engatusando incautos que compraban sus pomadas milagrosas. Una mordedura de uno de estos animales acabó con su vida en Ibagué en 1967, después de todo se hizo realidad el temor narrado en la canción que lo inmortalizó, El Grillo…

La polémica de El Apachurrao

Mostrame tu apachurrao que lo quiero conocer, dice una popular canción escrita no hace mucho por Manuel Herrera y Leonardo Marín, sin embargo hay riosuceños que sostienen que los acordes y el título son del tumbabarreteño Jorge Saldarriaga, autor de numerosas canciones parranderas. Se dice que aquí se escuchaba con otra letra pero con igual ritmo mucho antes de que se diera a conocer por los referidos autores antioqueños. Otros sostienen que la canción sí es riosuceña pero que no es de don Jorge sino de otro autor mucho más viejo.
La polémica está servida sin pruebas fehacientes de su veracidad.

Otros intérpretes de música parrandera

Agrupaciones locales destacadas de esta clase de música son Los Alegres Jibaritos, de Tumbabarreto y los Típicos de Occidente de la vereda Paneso, que le sacaron una canción al Diablo Gato.

Últimamente se ha destacado en este género César Díaz, que hace shows con canciones de su autoría y otras del cancionero popular y que fue incluido en la recopilación del Proyecto Turpial I de Corpomúsica con la canción La Borrachina.

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