Uno de los sitios más antiguos y populares de Riosucio es El Deportivo. Lo trajo a este pueblo el señor Nury Cuesta desde La Virginia (en ese entonces Caldas) con muebles y demás elementos, todavía existen algunas sillas de aquella época. Don Nury se asoció con Héctor Muriel hacia 1950 para instalarlo como fuente de soda y buscaron como administrador a Pedro Vargas, que aún vive y tiene una panadería en el barrio La María.
Años después lo compró José Montes, en ese entonces profesor del Colegio de Varones, quien mantuvo como administrador a Pedro Vargas. En los años 70, bajo la administración de Pedro Luis Herrera Marulanda, se volvió cafetería. Don Pedro Luis compró el negocio, no pagándolo con dinero sino a cambio de suministrar al anterior dueño 3 botellas de leche diarias hasta saldar el valor. Con este negocio el señor Herrera levantó a toda su familia, les dio estudio y hasta compró una propiedad en el parque de La Pola.
Cuando don Pedro Luis se enfermó le cedió el negocio a un hijo pero éste se fue a estudiar a la ciudad de Medellín y no pudo hacerse cargo. Otra hija, Eucaris, estaba casada con Jhon Jairo Vallejo Palacio, oriundo de Jericó (Antioquia), quien llegó a administrar el negocio y posteriormente lo adquirió con una condición que le impuso don Pedro Luis y era que cuando él faltara, Jhon Jairo respondería por su esposa hasta que ella también faltara. Según Jairo cumplió su promesa, pues nunca le faltó con sus cosas personales y el mercado. Jhon Jairo con el tiempo compró el local.
Traslado
Cuando El Deportivo fue trasladado desde La Virginia vino con los escudos que lo han distinguido, pero no solo eran de fútbol sino también de natación, atletismo y hasta ciclismo, que con el tiempo fueron actualizados “para darle gusto a todos”, dice Jairo Vallejo. La tradición de instalar los carteles en la puerta con los eventos del pueblo también es muy antigua, surgió porque enseguida de la cafetería había otra que se llamaba Programas y era de Ignacio Serna, en donde se vendía un periódico que se llamaba así, “Programas”, con un cartel afuera anunciándolo. Cuando se acabó la cafetería de don Ignacio, en El Deportivo se siguió con la tradición.
Sitio tradicional
El Deportivo ha sido sitio de encuentro y de reuniones. En alguna época se congregaban allí los integrantes de la Junta Pro-Estadio, que estaba conformada por Jaime Francisco González, Pedro Cruz, Gersain Betancur, Héctor Fabio Herrera, entre otros. También allí se fundó el Colegio de Árbitros de Riosucio “CARI” y hasta llegaba un señor todos los sábados a efectuar el pago de sus trabajadores, con bastante dinero y otro a “componer” con lesiones musculares a quienes apodaron “El Bramadero”, por los gritos de dolor que se escuchaban. Otro rasgo tradicional es que es el primer sitio al que llegan las “hojas volantes” que periódicamente se sacan en Riosucio de manera anónima para denunciar situaciones controversiales.
Dice Jairo Vallejo que cuando llegó a Riosucio pensó que sería solo por un tiempito pero que “le dieron guarapo y se amañó”. Que de Riosucio le gusta todo, llega a las 5 de la mañana y sale hasta las 9 de la noche. Se siente buen amigo de todos los riosuceños, los escucha y los molesta con sus reconocidas bromas, como hacer caer una caja de cerveza vacía o inflar una bomba y estallarla. No se le ha pasado por la mente venderlo aunque le han hecho ofertas muy buenas. A ese lugar llegan todos y se habla de todo, con su ayudante Álvaro Monsalve procura darle gusto a todos y dice con mucha convicción que prepara “Uno de los mejores cafés de Riosucio, sino el mejor”.
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