En los últimos años Riosucio se ha convertido en un importante centro de producción de cafés especiales, lo que a largo plazo puede convertirse en un significativo renglón de la economía regional, factor de desarrollo y de generación de empleo. El auge de los cafés especiales, de origen y orgánicos surgió por la necesidad de buscar alternativas frente al bajo precio del grano y el apoyo y asesoría de la Federación Nacional de Cafeteros, el Comité de Cafeteros de Caldas y la Cooperativa de Caficultores.
Este nuevo enfoque a la producción cafetera se ha traducido en la proliferación de marcas netamente riosuceñas que poco a poco se han abierto campo en este reñido mercado. Hola Riosucio dialogó con estos nuevos empresarios, quienes nos compartieron sus experiencias:
Emma Gañán Gañán. “El segundo mejor café de Caldas”
Esta campesina, propietaria de la finca Los Nacederos, en la vereda Veneros, acaba de ocupar el 2º Puesto en el 13º Concurso Caldas Cafés de Alta Calidad, esto dentro del Festival Orquídeas, Café y Arte que se realizó en Manizales en marzo del presente año, certamen que busca destacar los mejores cafés especiales y diferenciados, organizado por el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas en convenio con las cinco cooperativas de caficultores del departamento.
Doña Emma sacó un puntaje de 86,41 sobre 100, en la escala de la Asociación Americana de Cafés Especiales – SCAA. Los jurados de la competencia destacaron los atributos de su café, como marcadas notas frutales o acidez brillante. Es de anotar que tres de los cinco primeros puestos del concurso fueron ocupados por mujeres.
Sergio Alberto Pérez. “Café Polonia”
Este riosuceño acompañado de otra familia y de la suya, decidió iniciar la producción de café acosado por los bajos precios del grano. Poco a poco organizaron un producto que fuera procesado en su totalidad por manos campesinas e indígenas de la región. A su marca la bautizaron como “Polonia”, debido a que este fue uno de los nombres de Riosucio. En la actualidad tiene una tostión de 400 libras mensuales que comercializa en Riosucio, Medellín, La Dorada y Manizales.
Se preocupa por capacitarse y mantenerse actualizado y a la vez mantener la forma de producción tradicional pues está empeñado en quitarle campo a las multinacionales que se llevan las utilidades.
José Norberto Hernández Motato. “Café Perla Roja”
La motivación de este riosuceño de Aguacatal es transformar un producto como el café, que hace parte de la soberanía alimentaria, en un elemento de alta calidad, conservando sus atributos artesanales, tradicionales y la ideología de sus ancestros. Su marca tiene 3 líneas de producción con diferentes presentaciones. Tiene un perfil de taza de muy buena calidad y con muy buenos puntajes, por encima de 85, en su producto se destacan sabores vinosos, cítricos y achocolatados.
Esnoraldo Trejos. “Café Lomaprieta”
Este productor de Aguacatal habla en nombre de las 53 familias agremiadas en Asicafé (Asociación Indígena de Cafeteros del Resguardo de Cañamomo), productores que procesan el café en todas sus etapas, desde que se siembra hasta cuando se lleva al mercado. En este proyecto participan familias campesinas e indígenas de 7 comunidades: Panesso, Pulgarín, Miraflores, La Iberia, Aguacatal, Tabuyo y El Rodeo. Tienen su planta de tostión en la hacienda La Mandrágora, de propiedad del resguardo.
Iniciaron actividades hace 8 años y hace 6 empezaron a comercializar con dos líneas de producción: especial y tradicional. Han recibido apoyo del gobierno con el programa “Oportunidades Rurales” en el 2010 y han adquirido maquinaria para preparar el café.
Gustavo Pérez Bolívar. “Café Sibaris”
En la finca Sibaris en Sipirra, este riosuceño viene adelantando, junto con su compañera la poeta María Tabares, un programa de recuperación de la biodiversidad y siembra bajo el concepto de agricultura orgánica. Fruto de ello producen el Café Sibaris, un café orgánico que crece bajo la sombra de árboles frutales, libre de químicos, secado al sol y seleccionado a mano directamente por ellos. Recientemente el Café Sibaris recibió una calificación de calidad de 85.75 sobre 100 por la empresa Kyoto Lohans Beans, destacándolo como café tipo exportación especial.
Igualmente tiene certificado de la Asociación de Productores Orgánicos de Café -ASPROCAFE INGRUMA- de Riosucio.
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