El 24 de septiembre de 1965, mientras celebraba una misa en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en Manizales, moría Monseñor Alfonso de los Ríos Cock, Vicario General de la Arquidiócesis y aliado natural por décadas de Cristo Rey, Santo Patrono del Partido Conservador y sus dirigentes; descendiente de los mineros europeos que arribaron a estos contornos, de quienes heredó el espíritu negociante que lo llevó a ser dueño de las extensas tierras que hoy ocupa el barrio Villa Pilar en la capital caldense. Poco tiempo después del deceso del Padre De los Ríos, los riosuceños empezaron a escuchar a altas horas de la noche y en la madrugada, un repicar constante de las campanas de la Iglesia de la Candelaria, que sonaban insistentemente sin que nadie las accionara, situación que se hizo frecuente y que incluso llevó a la población a familiarizarse con el fenómeno y a llamar coloquialmente al espíritu tañedor "El Espanto de las Campanas". No tardó la imaginerí...
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